1.700 kilómetros en moto por Vietnam
Cuando se piensa en viajes al exterior en moto creo que muy pocos tienen en su mente o en su radar a Vietnam. Esta vez, 14 motociclistas nos aventuramos a recorrer este increíble país y conocer mas de su cultura, su gente y su gastronomía de una manera no tan común, esto es FP Travel Series Vietnam Off Road.
RECORRIENDO MÁS DE MEDIO MUNDO
El viaje inicia en Bogotá con destino hacia Nueva York, y luego un vuelo de casi 15 horas, hasta Corea del Sur y de allí, viajar hasta la capital de Vietnam, Hanói.
Para ir a Vietnam se requiere de una Visa Electrónica o E-Visa que se tramita de una manera muy sencilla por Internet, se tarda tres días hábiles y tiene un costo de USD25 por una vigencia de un mes, y por una sola entrada.
Una vez llegas a Hanói te encuentras con ese primer choque cultural, nadie habla español por obvias razones, y muy pocos hablan inglés, te encuentras con un dialecto muy extraño y una escritura totalmente desconocida. La ventaja es que en el aeropuerto las señalizaciones también están en inglés.
Si estás pensando en viajar a Vietnam, lo primero que debes de hacer cuando llegues al aeropuerto, es cambiar un poco de dinero y comprar una SIM card para estar comunicado y utilizar aplicaciones móviles para pedir transporte y comida: GRAB es la más popular en Asia, que viene siendo como lo que nosotros conocemos como UBER y UBER EATS.
Para estos viajes tan extensos nos gusta llegar un par de días antes de que inicie el recorrido en moto para tener oportunidad de conocer la ciudad, además, regular el sueño porque es una diferencia horaria con Colombia de 12 horas.
Los primeros días conocimos algo de lo tanto que tiene por ofrecer Hanói, sus calles angostas llenas de comercio, su increíble gastronomía, sus cafés y algo de edificios emblemáticos como el mausoleo de Ho Chi Minh.
A LAS MOTOS, INICIA LA AVENTURA OFF ROAD POR VIETNAM
Este fue un viaje organizado por Andrés Arroyave de A2Ruedas y A2Ruedas Experience, quien se encargó de la ruta, las motos y toda la logística con apoyo de gente local, las motos que utilizamos fueron: HONDA CRF 250L, CRF300L y CRF300 Rally, motos que no vemos en el mercado colombiano y que estábamos ansiosos por probar.
Ya con el equipo y la ansiedad a tope, iniciamos el recorrido… fueron aproximadamente unas dos horas para salir de la zona urbana y empezar a ver terrazas de arroz emblemáticas de este país, esta era la señal que tendríamos para saber que había llegado la hora de abandonar el asfalto y adentrarnos en zonas rurales.
Por estos lugares es común ver Búfalos vietnamitas, un animal tanto de trabajo como de veneración para este pueblo, todo era nuevo para nosotros, distinto a lo que estamos acostumbrados en Colombia.
185 km después, llegamos a una ciudad llamada Phú Yen, algunos cansados otros golpeados de algunas caídas pero todos felices por estar viviendo una aventura que desde el primer día sabíamos que sería épica.
Para el segundo día la ruta sería de 98 kms, pero en gran parte off road, por unas montañas y desfiladeros que la mayoría pensaba no sería capaz de sortear. Algo muy común en este país es que los campesinos hacen caminos para moto literalmente en cualquier montaña, y sin querer queriendo, esos serían los caminos que en gran parte transitaríamos en este viaje.
Todos quedamos sorprendidos con la capacidad que las motos tenían, pero nos sorprendió más nuestra capacidad al afrontar caminos que difícilmente se ven en Colombia, y eso ya es mucho decir.
Al fin al del día llegamos a un Homestay, una especie de granja rodeada de cultivos de arroz adaptada para recibir turistas, una experiencia única porque nos hicieron sentir como en casa… nos recibieron como si fuéramos parte de la familia, algo de resaltar de la gente de Vietnam sin duda alguna es su hospitalidad; en la noche el pasatiempo nacional fue un karaoke con música tradicional vietnamita pero también colombiana, fue una gran fiesta de choque de culturas, sin duda una experiencia imperdible.
Sorpréndeme Vietnam
La ruta continuó en Sapa, pero antes de llegar allí, pasamos por uno de los caminos más retadores de la ruta, un descenso por un camino angosto que utilizan los locales para llegar a un río y luego a una represa. Fue un camino que nos dejó a todos sin aliento y sin respiración, donde no había lugar al error, Vietnam nos seguía sorprendiendo y de ahí la frase que marcó el resto del viaje: “Sorpréndeme Vietnam”.
Cuando llegamos a Sapa quedamos sorprendidos, pues el lugar aparentaba ser un pueblo más, pero cuando salimos a conocer, nos encontraríamos con una ciudad de una arquitectura muy diferente a lo que estábamos acostumbrados, parecíamos en Europa por algunos edificios, entre ellos su estación de tren elevado que recorre la ciudad.
Sapa es muy conocida por los amantes del Trekking ya que desde allí inician rutas de varios días a las montañas donde los caminantes pueden vivir con algunas poblaciones locales.
Mientras seguíamos recorriendo montañas, llegamos a Ha Giang, pasamos por caminos delgados, cultivos de arroz mientras veíamos paisajes hermosos, este día sería más calmado que los anteriores, pero no menos divertido, al otro día vendría, según los guías locales, el día más increíble de todos, la ruta Ha Giang – Meo Vac, y no estaban en lo cierto.
Como de costumbre la ruta iniciaría a las 8:00 a. m., con destino a Meo Vac, de nuevo nos adentraríamos en ese Vietnam rural que pocas veces vemos en blogs de viajes, caminos angostos de campesinos, terrazas de arroz, y de un momento a otro empezó a cambiar la topografía por algo que nunca habíamos visto, un lugar en el distrito de Dong Van.
Eran formaciones de mármol negro, montañas de formas que nunca habíamos visto y personas de una estatura mucho menor, eran personas adaptadas para vivir en estas montañas y cultivar en estas laderas, Vietnam seguía sorprendiéndonos y aún faltaba más.
Nos acercábamos a la frontera con China donde haríamos un camino que, sin duda, sería el más retador de todos, a duras penas cabían las llantas de las motos, no había espacio al error, era conocido por los locales como el Camino del Búfalo y el nombre le hizo honor.
Nos encontramos un búfalo en la ruta, con la suerte de que el encuentro fue finalizando la ruta, justo donde el camino se volvía mas amplio. Así terminaba otro día donde Vietnam nos volvía a sorprender por sus contrastes. Llegamos casi cayendo la noche a Meo Vac donde descansamos para al otro día retomar las motos, nos esperaba una nueva ruta hasta Cao Bang.
Un poco de historia
Por su posición fronteriza con China la provincia y la ciudad de Cao Bang han jugado papeles importantes en la Historia de Vietnam: fue uno de los lugares controlados por el Viet Minh tras la Segunda Guerra Mundial y una de sus rutas hacia y desde China.
A finales de los años 1940, Cao Bằng fue cuartel de un importante contingente de la Legión Extranjera francesa y el último puesto fortificado de la Ruta Colonial 4. En ella se libraron parte de los combates de la homónima Batalla de Cao Bang en octubre de 1950 durante la Guerra de Indochina.
Igualmente sufrió uno de los principales ataques lanzados por los chinos en su invasión de febrero de 1979.
Una ciudad con mucha historia, mucho comercio y con un marcado espíritu nacionalista, como es costumbre en muchos lugares de Vietnam, la bandera del país ondea en todas partes, los vietnamitas son orgullosos de lo que son y de lo que han resistido con el paso de los años.
Se acerca el final...
Al otro dia en las motos el plan era hacer un loop y regresar de nuevo a Cao Bang. Tomaríamos ruta por lo que llamamos el Parque Jurásico, un valle en medio de montañas con extrañas formas, búfalos y caballos, un sitio que de nuevo nos sorprendía. Ninguno del grupo había visto algo igual, allí se pondría entretenida la montada, apareció el barro rojo gracias a la lluvia, lo cual dificultaba bastante la conducción, pero todo era parta de la aventura, una vez salimos de allí, el destino eran las Cataratas de Ban Gioc, unas cataratas que comparten China y Vietnam por ser estas un hito fronterizo que divide los dos países.
Una vez Cao Bang era momento de descansar y prepararnos para el día que venía que, según los guías locales, sería bastante entretenido pues sería por selva húmeda que estaría bastante resbalosa por las lluvias del último día. La promesa de que sería entretenida era muy cierta: empezamos a alejarnos de la vía principal y a adentrarnos en caminos entre la selva vietnamita, paisaje que hasta ese día no conocíamos: era bastante tupida y muy húmeda, con caminos no tan angostos, pero demasiado resbalosos, las caídas este dia fueron el común denominador hasta para algunos guías acostumbrados a este tipo de terrenos.
Nos llevaría gran parte del día cruzar esta parte de selva húmeda y resbalosa, hasta llegar a la ciudad de Lang Son donde terminaría la ruta en moto, pero no nuestro viaje por este increíble pais.
En la noche como de costumbre, salimos a comer con los guías, y a nuestro comedor llegaba un olor extraño, Andrés de A2ruedas no se aguantó la curiosidad y se acercó a la mesa de los guías para ver qué estaban comiendo y ¡oh sorpresa!, era sopa de rana, para ellos un manjar.
De Lang Son iríamos hasta la ciudad de Ha Long, pero esta vez en bus para allí tomar un crucero hacia un lugar que sabemos muchos han visto en películas, la Bahia de Ha Long.
Según la leyenda local, hace mucho tiempo, cuando los vietnamitas luchaban contra los invasores chinos provenientes del mar, el Emperador de Jade envió una familia de dragones celestiales para ayudarles a defender su tierra. Estos dragones escupían joyas y jade. Las joyas se convirtieron en las islas e islotes de la bahía, uniéndose para formar una gran muralla frente a los invasores, y de ese modo lograron hundir los navíos enemigos. Tras proteger su tierra, formaron el país conocido como Vietnam. Ha Long significa “dragón descendente”, un nombre que procede de una leyenda local.
Según otras versiones, las joyas eran perlas y la bahía fue creada cuando el dragón se lanzó al mar; al caer agitó la cola y ésta golpeó la tierra ocasionando profundos valles y grietas que acto seguido inundó el mar.
Sea cual sea el origen de este lugar, es que es un sitio que nos dejo sin palabras por su belleza y su enigma, muchas personas cruzan el mundo solo por conocerlo y nosotros éramos más que afortunados por estar allí.
Luego de recorrer 1.700 kms, de haber recorrido el norte de Vietnam por caminos poco transitados, por lugares donde nunca habían visto a un latino o nunca habían escuchado una palabra en español, nos sentimos afortunados de estar en este lugar tan mágico compartiendo con los que empezaron como amigos, pero al final del viaje se convirtieron en hermanos, afortunados por ser ese grupo de aventureros que un día dijo: “salgamos de lo común y vayamos a Vietnam”. Este fue el FP Travel Series Vietnam.
Algunos datos de este viaje:
- Kms en avión: 36.000
- Kms en moto: 1.700
- Presupuesto aproximado para todo el viaje: USD 6.000
- Ruta más larga en moto: 235 kms.
- Ruta más corta en moto: 98 kms.